“No todo soldado que cae en una mina encuentra vida en el ejército”
El escritor Juan Diego Mejía presenta su nueva novela Y si acaso muero en la guerra, una historia sobre los años más duros del conflicto armado y, también, sobre trotar.
Juan Diego Mejía, matemático de formación, gestor cultural y un escritor fundamental para entender la Medellín de los últimos 40 años. FOTO Cortesía
30 de noviembre de 2024
Pocos libros que no sean espirituales —o espirituosos— transforman la vida o te producen un cambio. Después de leer Y si acaso yo muero en la guerra (Tusquets, 2024), de Juan Diego Mejía, decidí salir a trotar por primera vez en la vida. La novela cuenta la historia de Pablo, un soldado que le sacó gusto al trote mientras le daba vueltas a una pista en el Urabá antioqueño persiguiendo a una mulata preciosa; cuenta la historia de Aníbal, un padre que trota en Envigado para servirle de ejemplo a su hijo y para exorcizar la tristeza; cuenta la historia de un escritor —el narrador— que trota mientras se pregunta sobre qué debe escribir, para qué sirve un novelista en este país triste.
Hablo con Juan Diego Mejía en un café de El Poblado, es un hombre generoso, tranquilo, pronuncia las palabras con la suavidad del vuelo de un pájaro pequeño.