Ojo a la hoja. Muerte sin color

Category: Reseñas y Entrevistas Created: Wednesday, 28 June 2017 19:24

El camino ha sido silencioso. Juan Diego Mejía ha escrito seis novelas de manera casi incógnita. Sus libros hablan por él.

Desde su primera novela, Sobrevivientes, pasando por Al otro lado de la sangre, o El cine era mejor que la vida, con la que ganó el Premio Nacional de Novela del Ministerio de Cultura, las narraciones de Mejía han encontrado miles de lectores sin que él busque protagonismo en los medios. Tal vez eso explique por qué todas son concisas y directas.

Era lunes cuando cayó del cielo supone un giro en la obra de Mejía. Si en El cine era mejor que la vida, Camila todos los fuegos y El dedo índice de Mao, el centro de la historia era un personaje que veía cómo el mundo de la infancia, la adolescencia, y la entrada a la adultez, se iban diluyendo con el tiempo; en Era lunes... ya no es esa primera persona quien nos cuenta la historia de una ciudad que, como en el tango, pareciera haberse sumido en un olvido siempre gris.

El final de la década del ochenta y la entrada a los noventa supuso para Medellín una especie de corredor de la muerte. La ciudad y sus personajes esperaban que llegara la orden, la bala perdida o el bombazo en la esquina. Y Era lunes cuando cayó del cielo ocurre en esa ciudad. Ocurre a través de los ojos de un narrador llamado Mejía, que ha sido capaz de pescar, en esa maraña de historias, la pequeña fábula de una mujer salida de las comunas que se estrella contra un mundo arribista y cruel. He ahí la virtud de la novela: no hay aquí escenas de motos que pasan a toda velocidad con sus ráfagas de sangre, ni asesinos a sueldo. Hay, la historia de un grupo de amigos, acaso los mismos de las primeras novelas de las que hablaba antes, que han crecido y que deben asumir que el tiempo y la vida y esa ciudad se los tragó sin remedio. Y en medio de ese grupo de adultos casados, de profesionales de clase alta que rozan los bordes del lumpen, irrumpe ella, Lucía, una muchacha hermosa que cae en un mundo desconocido. Cae, como cayeron muchas, en el mundo del modelaje y del dinero y de los paseos en moto y, claro, aparece un amor complejo porque, querámoslo o no, en este país las clases sociales importan y mucho.

Mejía persigue a esa mujer durante un día y va y viene a su pasado y encuentra su futuro en una larga caída que la revienta contra el pavimento. Nada puede hacer. Era lunes cuando cayó del cielo es otra novela de Juan Diego Mejía: cauta y silenciosa. ¿Para qué ponerle más color a la muerte?

Era lunes cuando cayó del cielo, Juan Diego Mejía, Alfaguara.

 

Juan David Correa Ulloa